jueves, 26 de junio de 2014

Oportunidad para emprender

Europa es un mercado apetecible para los empresarios latinoamericanos y, gracias al idioma común, España es un camino natural. Esta premisa se aplica, sobre todo, al caso de las startups, empresas jóvenes apoyadas en la tecnología y diseñadas para tener un rápido crecimiento en el mercado global. Por estar en una etapa inicial de desarrollo, cuentan con el apoyo de las aceleradoras de startups, instituciones que les aportan una inversión semilla y les ayudan a conseguir financiación adicional para sus proyectos, además de ofrecerles una formación intensiva.
Las startups se insertan en un nuevo modelo de hacer negocios, en el que el emprendedor tiene la oportunidad de expandir su proyecto sin desplazarse necesariamente. Muchas empresas consiguen comercializar sus productos en varios países desde una única oficina física. Esto es posible debido a, en parte, la propia naturaleza inmaterial de lo que ofrecen, como aplicaciones de móvil o plataformas digitales. Por otro lado, las aceleradoras les facilitan una red de contactos que les permite transitar por diferentes mercados.
Uno de los principales puntos de contacto entre España y Latinoamérica es Wayra, la aceleradora de Telefónica que tiene centros en 13 países de los dos continentes. Según Yamil Salinas, un portavoz de la empresa, las startups son compañías en plena fase de crecimiento, de modo que les resulta difícil en menos de tres años poder instalarse formalmente en otras regiones. Atendiendo a ese punto, Wayra les ofrece espacios de trabajo en sus países de origen, de modo que los emprendedores pueden gestionar sus operaciones desde allí. “No hace falta estar físicamente en España para conquistar su mercado. Ofrecemos un modelo que les permite moverse de manera más liviana en una etapa temprana”, señala Salinas.
Las 'aceleradoras' ayudan a las 'startups' a conseguir financiación y les ofrecen una formación intensiva

Social Tools, una startup acelerada por Wayra, es una compañía online que ayuda a empresas a mejorar su actividad en las redes sociales. Dos años después de que empezaran, ya cuentan con 80.000 mil clientes en 25 países, y esperan llegar a más de cien al final del año. Aunque de momento solo tienen sede en Argentina, España es hoy el país que más facturación les genera, y por ello van a Madrid el mes que viene para negociar su desembarco en el país. Lucas Emma, cofundador de Social Tools, cree que hay que desmitificar el tema de la crisis: “No es que no exista, sino que hay oportunidades que se pueden aprovechar. España tiene un mercado muy grande, están creciendo en social media y tienen la facilidad técnica y económica para emprender”.
Emma señala algunas de las dificultades que ha encontrado para emprender en su continente: “En Brasil necesitas tener un socio local que sea brasileño, en Venezuela y Argentina no se puede cobrar en dólares. Un gran problema a nivel técnico son los sistemas de pago electrónico, que son muy deficientes en Latinoamérica. En España en este sentido es mucho más sencillo”.
El emprendedor de 'startups' tiene la oportunidad de expandir su proyecto al mercado global sin desplazarse necesariamente

España es también uno de los países donde tiene más usuarios la aplicación Qranio, un juego de contenido educacional en el que se acumulan monedas virtuales y luego se las puede cambiar por premios. Creada por el brasileño Samir de Oliveira en 2011, Qranio ya tiene usuarios en 137 países y cinco oficinas alrededor del mundo. Para Oliveira, es importante establecerse físicamente para ofrecer un producto de calidad: “No hay manera de construir un contenido relevante capaz de tornar el aprendizaje divertido si no lo hacemos desde dentro de la propia cultura del país. Así que siempre que empezamos una negociación, como estamos haciendo ahora en España, el objetivo es tener una oficina allí”.
Las startups también encuentran una oportunidad de crecimiento en los espacios de coworking. El Hub es una red global con centros en 65 países que ofrece espacios de trabajo en el que profesionales de diversos ámbitos pueden interactuar, de modo a generar un “entorno de aprendizaje”, como define Max Oliva, director del Hub Madrid. Entre las ventajas que ofrece, está la posibilidad de empezar un negocio alquilando una oficina en su espacio “a precios competitivos” y tener acceso a los contactos de toda la comunidad Hub. Oliva, mexicano de 37 años, fue él mismo un emprendedor de startup cuando creó el Hub Madrid, hace siete años. “Aquí en España el contexto no es el mejor para nada, ha habido crisis desde que empezamos. Fue difícil pero, para bien o para mal, yo desde niño he vivido en crisis, en México siempre ha habido inestabilidad política y económica, y aprendías a vivir. No sé si somos más resilientes, pero hay un componente en el que te sabes mover. El inmigrante se busca la vida”, sentencia.
Los sistemas de pago electrónico suelen ser deficientes en Latinoamérica, afirma un emprendedor 

Los latinoamericanos conforman el mayor colectivo inmigrante de España, con cerca de 1,5 millones de residentes según datos publicados en junio de 2013 por la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración. La cifra se incrementó un 65% desde enero de 2004, pese a la crisis. Al mismo tiempo, el número de aceleradoras de startups ha aumentado un 600% en España desde 2007, lo que la posiciona como uno de los países europeos con más iniciativas de emprendimiento, según un informe de 2013 de Telefónica. Actualmente hay 1.742 startups y 179 aceleradoras en el país, según Startupxplore, una comunidad que conecta a emprendedores e inversores.
“Los latinoamericanos, por su sentido emprendedor, han contribuido a la economía productiva de nuestro país”, afirma Tomás Poveda, director general de Casa América, institución cuyos ciclos fomentan el conocimiento de la realidad emprendedora de Latinoamérica. “España les atrae por la cercanía cultural, el idioma y por nuestra posición geográfica. Somos el país adecuado para que las multilatinas se expandan hacia Europa, Oriente Medio y África”, señala.
“Nunca me he encontrado a nadie que se quejase de trabas burocráticas por ser extranjero. Otra cosa es que se quejen de las dificultades con las que se encuentra cualquiera que desee construir una empresa en España”, afirma Alberto Fernández Terricabras, director de Finaves, unos fondos de IESE Escuela de Negocios que invierten en proyectos de exalumnos, de los que el 85% son inmigrantes. Según el profesor, los principales problemas con los que uno se encuentra son las desventajas fiscales y los tiempos de respuesta lentos de la Administración.
Fernández afirma que hay fondos de ayuda públicos a los que los que aspiran a crear una startup pueden acceder, sean extranjeros o españoles, puesto que “al final, quien te proporciona el dinero se fija en el proyecto y la viabilidad de la empresa, no en las personas”. Además de los programas por Comunidades Autónomas, hay varios a nivel estatal, de los que destaca el ENISA, del Ministerio de Industria, que concede préstamos participativos de hasta un millón y medio de euros a empresas en etapas iniciales.


Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2014/06/24/actualidad/1403637998_735912.html

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